Muerte Digna: Mitos y verdades sobre la Eutanasia en Colombia
Hablar de eutanasia sigue siendo un desafío en muchas sociedades. En medio de opiniones divididas, creencias religiosas y falta de información, se han construido numerosos mitos que distorsionan el verdadero sentido de este derecho. En este blog, queremos aclarar conceptos y ofrecer información clara, ética y basada en la legislación colombiana, para que más personas puedan tomar decisiones informadas y libres de prejuicios.
¿Qué es la eutanasia y por qué es un derecho en Colombia?
La eutanasia es el procedimiento médico que consiste en poner fin a la vida de una persona que padece una enfermedad grave e incurable, con el fin de evitarle sufrimientos intolerables. En Colombia, este derecho está reconocido desde 1997 por la Corte Constitucional y reglamentado por el Ministerio de Salud.
No se trata de “quitar la vida”, sino de respetar la decisión de quien desea evitar el sufrimiento físico y emocional en la fase final de su existencia, siempre bajo criterios médicos, legales y éticos.
Mito 1: “La eutanasia es un crimen”
Verdad: En Colombia, la eutanasia es legal desde 1997 y está reglamentada desde 2015. No es un crimen, sino un procedimiento médico que debe cumplir con criterios específicos, como el consentimiento informado del paciente, la certificación médica de la enfermedad y la evaluación de un comité interdisciplinario.
La moral personal frente al derecho a decidir
Más allá de las creencias religiosas, cada individuo construye su propia moral basada en experiencias, educación y reflexión. La moralidad personal es clave para entender la importancia de la muerte digna porque reconoce que la libertad para decidir sobre el propio cuerpo y vida es un principio fundamental de la dignidad humana.
Aceptar que cada persona tiene el derecho a elegir cómo vivir su final implica respetar decisiones que pueden no coincidir con nuestras propias creencias, pero que merecen comprensión y apoyo.
Mito 2: “La eutanasia se aplica sin el consentimiento del paciente”
Verdad: La ley exige que la solicitud de eutanasia sea voluntaria, consciente y reiterada. Nadie puede decidir por otra persona. El paciente debe estar en uso pleno de sus facultades mentales al momento de hacer la solicitud, o haber dejado expresada su voluntad anticipadamente.
Mito 3: “La eutanasia es una forma de rendirse ante la enfermedad”
Verdad: Optar por la eutanasia no es rendirse, sino ejercer un acto de autonomía y dignidad. Muchas personas eligen este camino no por desesperanza, sino porque desean cerrar su vida con sentido, evitando un sufrimiento que consideran inaceptable.
Mito 4: “La eutanasia va en contra de los cuidados paliativos”
Verdad: La eutanasia no excluye ni compite con los cuidados paliativos. Son dos caminos que pueden coexistir. De hecho, muchas personas acceden primero a cuidados paliativos y, si el sufrimiento persiste, consideran la eutanasia como una opción final para morir en paz.
Mito 5: “Si se legaliza la eutanasia para todos, se perderá el control”
Verdad: La eutanasia no excluye ni compite con los cuidados paliativos. Son dos caminos que pueden coexistir. De hecho, muchas personas acceden primero a cuidados paliativos y, si el sufrimiento persiste, consideran la eutanasia como una opción final para morir en paz.
¿Por qué es importante hablar con la verdad sobre la eutanasia?
Desmontar los mitos que rodean la eutanasia permite que las personas puedan hablar de este derecho sin miedo, sin culpa y con la información adecuada. En la Fundación DMD creemos que el acceso a información clara es fundamental para ejercer la autonomía y para promover una sociedad más compasiva, respetuosa y humana.
¿Cómo apoya la Fundación DMD este derecho?
En la Fundación Pro Derecho a Morir Dignamente orientamos a personas que desean conocer sus derechos al final de la vida. Brindamos asesoría sobre cómo solicitar la eutanasia, redactar el Documento de Voluntad Anticipada y acompañamos a familias que enfrentan procesos difíciles. Nuestro compromiso es con el derecho a vivir bien hasta el final, con dignidad y sin sufrimiento innecesario.
Reflexión final: Informar salva dignidades
Hablar con claridad sobre la eutanasia no promueve la muerte, sino la libertad de elegir cómo vivir hasta el final. Cuando se eliminan los mitos, aparece el verdadero sentido de este derecho: garantizar una despedida en paz, con sentido y con profundo respeto por la voluntad de cada persona.
